¿Qué es la autoestima y por qué se debilita?
La autoestima es la percepción, valoración y sentimiento que tienes hacia ti misma. No es solo “gustarte” o “tener confianza”, sino un sistema emocional que se forma en la infancia y se moldea a lo largo de la vida a través de las experiencias, especialmente las relaciones significativas.
Cuando la autoestima está dañada, es común experimentar:
- Auto-rechazo constante
- Vergüenza crónica
- Miedo al abandono o al juicio
- Dificultad para poner límites
Estas dificultades no surgen porque “te falta amor propio”, sino porque probablemente has aprendido a verte a través de una lente distorsionada por heridas relacionales.
Las heridas emocionales: raíces profundas del auto-rechazo
Las heridas emocionales son experiencias internas no procesadas, muchas veces vividas en la infancia, que se activan de forma inconsciente en el presente. Algunas de las más comunes son:
- Herida de rechazo: cuando de niña sentiste que no eras deseada, aceptada o que algo en ti estaba mal.
- Herida de abandono: cuando experimentaste soledad emocional o física, aunque tus necesidades básicas estuvieran cubiertas.
- Herida de humillación: cuando fuiste avergonzada por tus necesidades, cuerpo, emociones o comportamientos.
- Herida de traición: cuando alguien en quien confiabas no cumplió lo que prometió o te expuso al daño.
Estas heridas no desaparecen con el tiempo: se expresan en cómo te tratas, cómo eliges pareja, cómo te ves en el trabajo, y sobre todo, en tu diálogo interno.
Apego y autoestima: ¿cómo aprendiste a vincularte?
La teoría del apego nos ayuda a entender cómo nuestras primeras relaciones (especialmente con las figuras de cuidado) moldean nuestra capacidad de sentirnos seguras, valiosas y queridas. Si creciste con cuidadores emocionalmente inconsistentes, fríos o caóticos, es probable que hayas desarrollado un apego inseguro:
- Apego ansioso: necesitas aprobación constante, miedo a que te dejen, dudas de tu valor si no te validan.
- Apego evitativo: te cuesta confiar, prefieres la autosuficiencia, rechazas la vulnerabilidad.
Ambos estilos suelen impactar en la autoestima, generando patrones de auto-rechazo, hipervigilancia o desconexión emocional. La buena noticia es que el apego no es estático: puede transformarse con consciencia, terapia y relaciones reparadoras.
El papel del trauma en la autopercepción
Cuando hablamos de trauma no nos referimos solo a eventos extremos, sino también a experiencias emocionales abrumadoras para las que no tuviste recursos ni acompañamiento.
El trauma puede generar creencias como:
- “No valgo nada”
- “Si me muestro como soy, me rechazarán”
- “Tengo que ser perfecta para que me quieran”
Estas creencias no son pensamientos racionales, sino respuestas aprendidas del cuerpo y el sistema nervioso. Por eso muchas veces la lógica no basta para “pensar diferente”: necesitas un trabajo emocional profundo y seguro.
Sanar es posible: claves para reconstruir tu autoestima desde dentro
Recuperar una autoestima sana no se trata de repetir afirmaciones frente al espejo, sino de un proceso terapéutico que suele incluir:
1. Reconocer tus heridas con compasión
Aceptar que lo que viviste fue doloroso, que no fue culpa tuya y que mereces cuidarte hoy desde un lugar más amoroso.
2. Reescribir tu historia interna
Cuestionar las creencias automáticas que nacieron de tus recuerdos traumáticos y construir una narrativa más realista, flexible y compasiva.
3. Trabajar en terapia tu estilo de apego y las emociones
A través de un vínculo seguro, es posible reconfigurar la forma en que te relacionas contigo misma y con los demás.
4. Cultivar prácticas de autorregulación emocional
Como EMDR, el autocuidado, el conexión emocional , la escritura emocional, para sentirte más segura en tu cuerpo y tus emociones.
La baja autoestima, la vergüenza y el miedo al rechazo no son defectos personales, sino señales de que tu sistema emocional necesita ser atendido, comprendido y reparado. Si te identificas con esto, te invito a iniciar un camino de autoconocimiento y sanación. En consulta, trabajamos juntas para reconstruir una relación interna basada en la seguridad, la dignidad y el respeto.